Impulsar un negocio para que alcance un cierto nivel de notoriedad requiere, antes o después, preocuparse por su comunicación. Ya sea como herramienta de venta directa de sus productos o servicios, para informar a una comunidad de usuarios acerca de su actualidad o como plataforma de divulgación sobre su campo de especialidad, los canales de comunicación de las empresas son algo a lo que merece la pena prestar atención, sea mediante personal interno o con una agencia de comunicación.
Las empresas no tratan de construir sus propios sistemas de red: contratan a una empresa de telecomunicaciones; no intentan extraer maderas y carboncillos de los bosques para elaborar sus propios bolígrafos: cuentan con proveedores de material de oficina. Sin embargo, lo intangible del valor estratégico que aporta la comunicación hace que, en ocasiones, las empresas traten de hacer el trabajo por sí mismas, sin contratar a especialistas o externalizar las labores con una agencia de comunicación.
Hablar no es comunicar. Contar cosas no es comunicar. Para que la comunicación de una empresa sea efectiva y sirva a un propósito debe efectuarse de una manera técnica y profesional, para lo que contar con personas que dominen este campo es básico.
Cinco cosas que tu agencia de comunicación puede (y debe) hacer por ti
Contar con especialistas en los diferentes ámbitos en los que tu empresa opere es la mejor (y prácticamente la única) forma de garantizar un trabajo hecho de manera apropiada. Y, por supuesto, en el ámbito de la comunicación, de asumir una parte del trabajo que no puede cargarse de manera interna.
1. Pensamiento estratégico
En la comunicación, como en tantos otros campos, el pensamiento a medio y largo plazo es tremendamente importante. Las acciones comunicativas, salvo casos de campañas con grandes inversiones detrás o que alcancen una viralidad desproporcionada, difícilmente alcanzarán un gran impacto de manera inmediata. La clave está en la suma de muchas pequeñas acciones: comunicar es levantar una construcción, y cada ladrillo es importante.
2. Aprendizaje mutuo
Al igual que tú no eres experto en comunicación, tu agencia de comunicación posiblemente no controle el campo de especialización al que se dedica tu empresa. Que exista cierta complicidad y buena sintonía bidireccional es básico para que ambas partes puedan asumir para sí parte del lenguaje de la otra, lo que repercutirá en un beneficio directo para el proyecto común.
3. Consultoría
Para saber qué soluciones es necesario aplicar, en primer lugar hay que realizar un análisis que determine cuáles son las necesidades. La consultoría es inherente a los servicios de una agencia de comunicación: evaluar el punto de partida, la meta idónea y las mejores vías para alcanzarla. Ya sea como parte de la estrategia o como un servicio independiente de asesoría.
4. Bajar al barro
No todo es pensamiento estratégico, sabios consejos ni expertas manifestaciones de criterio profesional. Comunicar también es arremangarse, teclear y sudar cuando se requiere. Publicar en el día a día de redes sociales, redactar notas de prensa, contactar con medios de comunicación, saber responder ante crisis de reputación… Producción pura y dura, material tangible.
5. Impulsar un negocio
Cuando las empresas llaman a agencias de comunicación y éstas preguntan cuál es el objetivo de las acciones que van a realizarse la respuesta es siempre la misma: vender más. Sea por caminos más directos y agresivos, o por sendas más largoplacistas, sutiles y pacientes, la comunicación no es sino una herramienta para que cualquier empresa dé un paso adelante, cubra una laguna que estaba desatendida hasta la fecha y, en definitiva, venda más y mejor.